La automoción se prepara ya para el coche sin dueño ni conductor

Son las 8.00 de la mañana. Es hora de salir hacia el trabajo. El smartphone activa el aviso de recogida. En 10 minutos un vehículo aguarda en la entrada de la casa. No tiene conductor. No lo necesita. Sabe a dónde ha de ir y cómo llegar y elegir el trayecto con menos tráfico. Llegados a destino, el coche retornará a su base y se autoconectará a un punto de recarga rápida, a la espera de un nuevo servicio: tal vez ir a buscar a unos familiares al aeropuerto, tal vez llevar a los niños al colegio. 

Es un vehículo inteligente, no comete errores de conducción, jamás se fatiga, no contamina, ni requiere plaza de garaje y lo más revolucionario, no es una propiedad particular, sino un medio de transporte al servicio de un nuevo modelo de movilidad.

Esto ya es posible hoy. La tecnología desarrollada por los gigantes del motor está lista para ponerla en marcha. Constructores y tecnológicas tienen la solución para liberarnos del caos, los atascos y la nube tóxica que contamina las grandes ciudades y de paso invertir en lo que será uno de los negocios más rentables del futuro: los vehículos autónomos con inteligencia artificial incorporada.

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