¿Es posible reactivar la actividad sin disparar la movilidad?

Hace casi cuatro semanas el Gobierno decretó severas limitaciones a la movilidad de las personas y al funcionamiento de algunas actividades económicas, para ampliar la distancia social y reducir el riesgo de contagio del COVID-19 entre la población. Estas restricciones se reforzaron el 29 de marzo, con la prohibición de todas las actividades productivas no esenciales que implicaran desplazamientos de sus trabajadores. El momento actual lo definen dos tipos de señales: las positivas, pero todavía vacilantes, de control de la epidemia y la confirmación de las graves consecuencias para la producción y el empleo de la interrupción de las actividades.

Nadie sensato cuestiona que el control de la difusión del virus y el riesgo de desbordamiento del sistema sanitario tiene que ser la prioridad.

> Fuente: Cinco días
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