El proceso de producción de un coche eléctrico dobla las emisiones de CO2 de uno de combustión
La supuesta etiqueta “cero emisiones” de los coches eléctricos no es en realidad tal y como nos quieren hacer ver. Es cierto que mientras circulan sus niveles de emisiones sí lo son, pero en el ciclo de vida completo del coche eléctrico sigue habiendo a día de hoy una huella de CO2. Porque el objetivo que persigue la industria del automóvil en general va más allá de ofrecer turismos que no contaminen, principalmente eléctricos, y busca lograr una huella de CO2 neutra a lo largo del ciclo de vida completo del automóvil. Ello incluye desde la elaboración de las materias primas y los componentes al montaje final del vehículo en la fábrica hasta el reciclaje final.
Volkswagen, por ejemplo, anuncia con su nuevo ID.3 eléctrico una huella 100% neutra de CO2, aunque en realidad solo se ha conseguido en el proceso de fabricación: «El ID.3 tiene un balance neutro de CO2 desde la red de suministro de los proveedores a la salida de la cadena de producción», señala Thomas Ulbrich, responsable de E-Mobility de VW.
Fuente: Voz Populi
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