Los motores diésel tienen un papel importante en la reducción de las emisiones de CO2como ya se ha comprobado tras la disminución de sus ventas en 2018, algo que ha hecho incrementar el nivel medio de este tipo de contaminación. La explicación es que mientras que con el diésel el problema principal son las partículas nocivas como el óxido de nitrógeno (NOx) con la gasolina es el dióxido de carbono (CO2).

Aún así, los motores diésel están condenados a desaparecer, según afirma el director general de Volvo Häkan Samuelsson que ha expresado sus dudas sobre el futuro a largo plazo de este tipo de motorizaciones, en declaraciones a la revista Autocar. 

Según este directivo “Europa tenía una legislación que permitía que los niveles de NOx de los motores diésel fueran altos, pero esto se ha terminado. Tenemos que hacer un motor diésel con el mismo NOx que uno de gasolina y si bien se puede hacer, será más caro, algo que a largo plazo es negativo”, y que por lo tanto compromete su viabilidad.  

> Ver artículo completo